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Sopa de Chile Poblano
Una opción deliciosa y fácil de preparar para que compartas en familia con nuestra sopa de chile poblano.
6 o más
Existen distintos tipos de sopas, pero la sopa de chile poblano, es una de nuestras favoritas por ser cremosa, suave y con ese toque de picor que despierta el alma. Es de esas recetas mexicanas que conquistan desde el primer aroma. Perfecta para esos días en que necesitas apapacharte con una comida casera, fácil y llena de sabor. Porque sí, las sopas también pueden ser protagonistas y no solo el primer tiempo del menú.
Una de las recetas con chile poblano que más gustan
La sopa de chile poblano es una de esas joyas de la cocina tradicional mexicana que combina lo mejor de dos mundos: el sabor intenso del chile poblano y la suavidad de la crema. Su origen se encuentra en las cocinas de Puebla, donde el chile poblano se usa en una infinidad de platillos, desde los chiles en nogada hasta guisos y sopas. Lo especial de esta receta es cómo logra transformar un ingrediente de sabor fuerte en una caricia cremosa.
En muchas familias, esta sopa forma parte de las celebraciones o comidas de domingo, porque tiene ese poder de reunir y reconfortar. Además, cada cucharada cuenta una historia, una herencia culinaria que se mantiene viva con cada preparación.
INGREDIENTES
- 15 Tortillas
- 4 Chiles poblanos
- ¼ de Cebolla
- 5 Tazas de caldo de pollo
- 1 Diente de ajo
- 6 Tomates verdes
- Aceite Sabrosano
- ½ Taza de queso mozzarella
Tatemar los chiles poblanos a fuego directo. Retirar, pelar y desvenar.
Moler los chiles con los tomates, el ajo y la cebolla.
Calentar una cucharada de Aceite Sabrosano en una cacerola chica y Freír la salsa anterior. Dejar que hierva un par de minutos a fuego suave. Agregar el caldo de pollo y dejar que hierva de nuevo.
Cortar las tortillas en tiras y freírlas en el Aceite Sabrosano hasta que se doren y estén crujientes. Retirar del aceite y escurrir sobre un papel absorbente.
Servir el caldo en platos profundos y justo antes de servir, añadir las tortillas fritas y el queso.
Sigue esta receta de sopa con chile poblano y sorprende a tus invitados
Hacer sopa de chile poblano cremosa en casa es más fácil de lo que parece. Aquí, algunos tips para lograr una textura perfecta y un sabor equilibrado:
- Asa bien los chiles poblanos, el secreto está en que queden con la piel negra, pero sin quemarse. Así obtendrás ese sabor ahumado, delicioso sin amargor.
- Licúa con paciencia para lograr una crema tersa, licúa los ingredientes hasta que la mezcla quede completamente homogénea.
- Dale tu toque personal, puedes agregar granos de elote, tiras de tortilla frita o cubitos de queso panela para una versión más sustanciosa.
- Esta sopa se conservará muy bien hasta por una semana en refrigeración o un mes en congelador. Ideal para tener lista una comida casera en minutos.
TIP SABROSANO: Sofríe la mezcla con un chorrito de Aceite Sabrosano Mantequilla, que realzará el color y el sabor del chile poblano sin agregar grasa en exceso. Además, su alta resistencia al calor evitará que los ingredientes se quemen y mantengan el sabor natural del chile.
Recuerda: la magia está en cocinar sin estrés y disfrutar el proceso
Esta sopa de chile poblano no solo es deliciosa, también es una receta de sopa práctica, económica y versátil. Puedes servirla como entrada elegante en una cena especial o como plato fuerte acompañado de pan tostado o arroz blanco. El chile poblano aporta vitaminas A y C, y su sabor balanceado entre dulce y picante la hace ideal para quienes quieren probar algo diferente sin arriesgar demasiado.
Y lo mejor, cocinar esta sopa te hace sentir poderosa. Porque preparar algo tan sabroso desde cero, con tus propias manos, es una forma de demostrar tus habilidades culinarias. Cada paso, desde asar los chiles hasta probar la sazón final, se convierte en una celebración de tu creatividad y amor por la cocina.
Preguntas frecuentes
Una receta fácil de hacer.
Primero tatema los chiles poblanos a fuego directo, retira, pela y desvena los chiles. Muele los chiles con los tomates, el ajo y la cebolla. Calienta una cucharada de Aceite Sabrosano en una cacerola chica y fríe la salsa anterior. Deja que hierva un par de minutos a fuego suave y agrega el caldo de pollo, deja que hierva de nuevo. Mientras tanto, corta las tortillas en tiras y fríelas en Aceite Sabrosano hasta que se doren y estén crujientes. Retira del aceite y escurre sobre un papel absorbente. Por último, sirve el caldo en platos profundos y justo antes de servir, añade las tortillas fritas y el queso.
