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Calabacitas Fritas
A muchas personas no les gusta comer calabacitas, sin embargo, estamos seguros de que con esta receta de calabacitas empanizadas todos van a querer servirse un poco más de estas delicias.
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Hay recetas que, aunque sean sencillas, tienen el poder de sacarte una sonrisa desde el primer bocado. Las calabacitas fritas son así: crujientes por fuera, suaves por dentro y con ese sabor casero que se siente como un abrazo. Son perfectas para una comida ligera, como guarnición o incluso como botana improvisada cuando llegan visitas. Lo mejor es que se preparan con pocos ingredientes y en cuestión de minutos, pero siempre lucen como un plato increíble. Echa un vistazo a esta receta de calabacitas fritas.
El encanto de las calabacitas fritas
Esta receta forma parte de esos platillos mexicanos que han estado presentes en la mesa por generaciones. Su origen requiere ingredientes frescos y accesibles para crear un platillo lleno de sabor. Hay quienes prefieren servirlas con crema, quienes prefieren espolvorearles queso, o quienes las acompañan con salsa casera.
Lo especial de esta receta de calabacitas fritas es que se adapta a cualquier ocasión desde una comida familiar hasta un almuerzo rápido entre semana. Además, su versatilidad permite combinarlas con carnes, arroz, frijoles o simplemente disfrutarlas solitas, recién salidas del sartén.
INGREDIENTES
- 4 Calabazas cortadas en bastones
- ½ Taza de pan molido
- ¼ Taza de queso parmesano, rallado
- ½ Taza de harina
- 2 Huevos batidos
- ¼ de Aceite Sabrosano
- Dip
- 1 Taza jocoque seco
- 2 Cucharadas de Perejil, finamente picado
- 1 Cucharadita de ajo en polvo
- 1 Cucharadita de hojuelas de chile
- Sal y pimienta a gusto
En un recipiente pequeño, mezclar el pan molido con el queso parmesano rallado. Poner a un lado.
Cortar las calabacitas en bastones de aproximadamente 1 cm de grosor.
Batir los huevos en un recipiente mediano y colocarlo junto a la mezcla del pan molido y la harina.
Cubrir cada uno de los bastones de calabaza, primero en harina, seguido del huevo y por último en la mezcla de pan molido con queso. Repetir hasta terminar con todos los bastones.
Vertir el Aceite Sabrosano en una olla o sarten grande y calentarlo a fuego medio-alto. Una vez que empiece un burbujeo muy ligero, introducir de 4 a 5 bastones a la vez.
Freir cada una de las piezas hasta que tomen un color dorado.
Para preparar el dip se deben mezclar todos los ingredientes.
Al terminar, retirar el exceso de aceite con una servitoalla.
Servir y espolvorear con un poco de perejil picado, y disfrutar.
Trucos para unas calabacitas fritas irresistibles
Para lograr unas calabacitas fritas perfectas, el secreto está en la técnica y en pequeños detalles que marcan la diferencia:
- Corta las calabacitas en rodajas o bastones del mismo grosor para que se cocinen parejo.
- Sécalas con papel absorbente antes de freír, así evitarás que salten y lograrás una fritura más crujiente.
- Para calabacitas fritas con queso, espolvorea queso rallado justo al retirarlas del sartén, para que se derrita con el calor.
- Evita sobrecargar la sartén: fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura del aceite y lograr un dorado uniforme.
TIP SABROSANO: Usa Aceite Sabrosano Mantequilla para dorarlas, su consistencia permite que se cocinen sin quemarse y su sabor neutro dejará brillar el de la calabacita.
Un platillo que vas a querer repetir
Vas a adorar esta receta porque combina lo mejor entre ingredientes frescos y nutritivos con una textura dorada y apetitosa. Las calabacitas son ricas en fibra, vitaminas y minerales, y al cocinarlas así, logras un resultado lleno de sabor, pero que sigue siendo ligero si controlas la cantidad de aceite.
Además, es una de esas preparaciones que te salvan en minutos y que puedes personalizar según tus antojos, ya sea con queso, con salsa picante o con un toque de limón… ¡Las posibilidades son infinitas! Preparar calabacitas fritas es darte un gusto que no te roba tiempo y que siempre se agradece en la mesa.
Preguntas frecuentes
Una riqueza nutricional en el plato
Folato, vitamina C, vitamina B y betacarotenos, son solo algunos de los elementos que esta verdura nos puede proporcionar nutricionalmente, por lo que, sin duda, integrarla en nuestra dieta diaria conlleva demasiados beneficios, sin mencionar la gran cantidad de recetas de comida fácil que se pueden elaborar con ellas, así que deja atrás ese mito de que las calabacitas no saben a nada, o que saben mal, y dale ese plus que tu platillo favorito necesita con ellas.
